Generalmente se refiere a un proceso en el cual una entidad financiera, como un banco o una institución crediticia, evalúa la solvencia crediticia de una persona antes de que esta solicite un préstamo. Cuando alguien recibe una preaprobación, significa que, según la información proporcionada hasta ese momento, cumple con los criterios necesarios para obtener un préstamo.
En el contexto de préstamos hipotecarios, por ejemplo, un comprador de vivienda podría recibir una preaprobación antes de comenzar a buscar casas. Este proceso implica que el prestamista ha revisado la información financiera básica del solicitante, como ingresos, historial crediticio y deudas, y ha determinado que, en principio, es elegible para recibir un préstamo hipotecario de cierta cantidad.
Es importante tener en cuenta que una preaprobación no garantiza que se otorgará el préstamo finalmente. Cuando el solicitante encuentra la propiedad que desea comprar y realiza una solicitud formal de préstamo, el prestamista llevará a cabo una evaluación más detallada de su situación financiera y de la propiedad en cuestión. La preaprobación simplemente indica una alta probabilidad de aprobación, pero aún hay pasos adicionales antes de que se conceda el préstamo definitivo.